viernes, 28 de octubre de 2011

Capítulo 15.

CHIIIIIIIICAS, IMPORTANTE. NECESITO A MÁS GENTE PARA QUE PARTICIPE EN MI VIDEO PARA EL CUMPLEAÑOS DE CHRIS, ¿QUIÉN SE APUNTA? DECÍRMELO POR PRIVADO :)


Aaaaaaaaaah y...#1MILLONDELITTLEGIRLS. :)



Te heché de menos.

Hoy, teníamos una fiesta. Era Sábado y, cómo de costumbre, ibamos a casa de algún amigo que montaba una fiesta de las grandes.
- ¿Sabes? - me dijo en bajo Caitt.
- Dime.
- Al final Chris viene a la fiesta - sonrió.
- ¿En serio? ¡Menos mal! Creía que Mack le caía mal - suspiré aliviada.
Mack...todavía lo recuerdo. Fué cuando fuimos de acampada a la playa y estaba buscando a un Californiano, y le encontré. Al final, se mudó a Canadá y...pues eso, que somos amigos. El único problema es que a Christian nunca 'le dió buena espina' - según él - y..., pues eso. Que no quería venir a la fiesta porque era en casa de Mack. Pero por suerte, sí que viene.
Al llegar, la música estaba muy muy alta, se oía dos manzanas más lejos. Entramos y todas empezaron bailar. Yo, sin embargó, lo que hice fué buscar a Chris. Andé por casi todo el enorme salón, cuando derrepente, ví a Justin. Me dirijí a paso lijero hacia él, y le toqué el hombro.
- ¡Anda! ¡Hola ____! - sonrió y me abrazó fuertemente. Se separó - ¿Qué tal? - dijo casi gritando, ya que cómo ya os dije, la música estaba estremadamente alta, y por mucho que alzaras la voz, era difícil oir bien.
- Bien, bien. ¿Y tú?
Rió.- Sí, bien - sonrió.
- Oye, ¿dónde está Chris?
- ¡Allí! - señaló una esquina en la que había un sofá. Y en el sofá, él.
- Vale, gracias - besé su mejilla - nos vemos luego, ¿no?
- ¡Claro! - sonrió y se perdió entre la gente mientras que se despedía con la mano.
Miré a todos los lados y fuí hacia donde estaba Christian. Cuando me faltaban apenas cinco metros, una persona se puse delante de mí, impidiendome el paso. Mack.
- ¡____! - exclamó y me abrazó haciendo malabarismos para que no se le cayera la copa que llevaba en la mano - ¿qué tal?...¿te está gustando la fiesta? - sonrió dulcemente. La verdad es que era muy simpático.
- ¡Bien, ¿y tú?! - sonreí - Sí, mola mucho.
- ¡Bien! - rió - me alegro...
Entonces empezó a hablar de algo. No sé bien de qué. Tampoco le prestaba ateción. Lo único que me importaba era la mirada de Chris. Era perdida. Y me dí cuenta, de que estaba algo triste.
Decidí que lo mejor sería pasar de hablar con Mack, educadamente, e ir con la persona que más me importa.
- Ajá..., bueno Mack, ahora tengo que ir con Chris, ¿vale? - le sonreí y me fuí al sofá.
Él estaba mirando hacia otro lado, entonces me senté a su costado y le abracé de lado.
- ¿Qué te pasa? - le pregunté. Él me había correspodido el abrazo, pero seguía pareciendo triste.
- Nada, pequeña, nada - sonrió, pero falsamente.
- Jacob...- siempre le llamaba así cuando me había parecido mal algo que había hecho - ya sabes que no me gusta que me mientas...sé que te pasa algo...- hice una mueca mientras le miraba a los ojos.
- Es que..., no sé... ya sabes, no me cae muy bien Mackenzie - puso una mueca.
- Sí, pero ¿por qué? - dije interasada.
Era algo que siempre me había preguntado. Mack siempre es muy simpático con Chris e intenta llevarse bien con él, pero sin embargo, Chris seguía siendo algo borde con él.
Ante mi pregunta, él elevó los hombros.
- No sé, simplemente no me dá buena espina - se sinceró.
Me quedé pensando...tal vez no deberíamos de haber venido. Sí, yo considero a Mack un buen amigo, pero de todos modos Christian es muchísimo más importante para mí, así que si tengo que estar con uno de los dos, siempre eligiré a mi novio, Chris.
- Si quieres nos vamos - le propuse mientras que esbozaba una pequeña sonrisa.
- No, no, no. Da igual - soltó un carcajda y sonrió, ahora sí de verdad.
- Entonces...¿vamos a bailar? - me levanté y le sonreí de nuevo.
- ¡Claro! - exclamó y me cojió de la cintura. Me arrastró casi hasta la pista.
Debimos estar como hora o hora y media bailando, riendo y haciendo tonterías.
- ¡____! - exclamó alguien a mi espalda.
Me dí la vuelta y sonreí.
- ¡Justin! ¡Otra vez te veo! - reí y le volví a abrazar por segunda vez en la noche.
Rió.- Sí bueno. ¿Sabes qué? - negué con la cabeza - Esta noche la voy a pasar entera con Clara - levantó las cejas.
Abrí muchísmo los ojos.
- ¿Que qué? - casi grité - ¡Guarro! - reí.
- Bueno, y tú con Chris, así que no estamos para hablar - dijo guiñándome un ojo.
- Espera, ¿cómo que yo con Chris?
- Pues eso, que cómo me llamo Justin Drew Bieber, ¡que hoy dormís juntos! - me volvió a guiñar un ojo.
- Vale, vale, ¡yo no tengo problema! - carcajeé fuertemente.
- ¡Ah, por cierto! - parecía que una lucecita se le hubiese encendido en la cabeza - Chris me dijo que salieras fuera, que te está esperando - sonrió y me dió un suave beso en la mejilla para luego perderse entre la gente.
Esquivé difícilmente a las personas que se encontraban en mi camino, el noventa y nueve por ciento debía de estar borracho, porque vamos...bueno, eso. Que llegué a la puerta y salí. Respiré. Sí, ahí dentro no había mucho aire, y la música a tope y la marabunta de gente, no ayudaba.
- Te heché de menos - dijo una voz a mi lado.
Miré y sí, era él.
- ¡Pero si nos acabamos de ver! - exclamé divertida.
- Ya, pero da igual - se acercó y colocó sus manos en mis cachetes.
- Oye, ¿y si nos vamos ya ha casa? - dije perdida en sus ojos. Casi no sabía lo que estaba diciendo.
Esos ojos color avellana que parecen un laberinto ante mi mente. Los suelo intentar interpretar, pero de todos modos me hipnotizan. Brillantes, hermosos. Perfectos. Cómo todo él.
- Me parece bien - sonrió y me dió un beso fugaz. Lento, sin prisas. - Por cierto, - comentó al separarnos - ¿sabes que día es mañana?
- Eeh, sí. quince de marzo, ¿no?
- Sí, acuerdate de esa fecha, ¿vale?
- Vale. Pero, ¿por qué? - dije extrañada.
- Tú solo acuerdate, en serio. - Sonrió y rozó nuetras narices.
Asentí y besé su mejilla. Me cojió la mano y fuimos de camino a casa.
Llegamos y pude ver que sí, Clara se había ido con Justin.
- Pff, estoy agotado - exclamó. Casi gritó.
Me reí y él se tiro literalmente al sofá.
- ¿Cansado? - pregunto - ¿Pero por qué? ¡Si nos has hecho nada! - exclamé divertida.
- Oye - me miró mal - ¿te voy a tener que castigar? - me miró pícaro.
- No - le miré mal ahora yo.
Él estalló en un millón de carcajadas
- No me hace gracia - seguía mirandole mal.
- Anda, ven - tiró rápidamente de mi brazo.
Me colocó encima suya y me abrazó por detrás. Le notaba justo debajo de mí. Su calor me hacía sentir pretegida. Me encanta esa sensación.
Llevamos casi 2 años juntos, tenemos 16 y...no sé, tengo miedo de que derrepente todo esto se hechara a perder. No, no podría soportarlo. Le amo con toda mi alma y ahora mismo, no sé lo que haría sin él.
- Pequeña - susurró lentamente contra mi oído.
- Dime - musité revolviendome un poco.
- Mejor, ¿nos vamos ya a dormir?
- Sí, mejor - me levanté y el dentrás.
Ya en pijama nos tumbamos en la cama.
- Madre, estoy agotada - dije suspirando y removiendome.
Rió.- Anda, para de hacer el tonto - se rió y me abrazó.
Lo tenía a dos centímetros de mi. Sonrió. Sí, esa sonrisa en la que me pierdo, esa sonrisa perfecta que ninguna, repito, ninguna otra podría superar. Distinta, diferente; perfecta.
- Buenas noches hermoso.
- Buenas noches pequeña.

~ A la mañana siguiente...

|Narra Christian|

Me levanto suavemente de la cama, no la quiero despertar. Tengo que darme prisa. Hoy...hoy sé perfectamente que de momento no es un día especial. Es quince de Marzo. Supuestamente uno cómo otro cualquiera, pero para mí, no.
Hoy va a ser un día inolvidable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario